Pero prefiero pensar que existe otro periodismo pese a que la realidad mucha veces contradiga las ilusiones propias. Prefiero pensar que aún existen perros callejeros que recorren las aceras de cualquier ciudad o pueblo del mundo buscando historias para contarle a la gente.
Y es que hemos caído en la equivocación de la inmediatez. Detesto la frase que cada vez escucho más frecuentemente: "Quiero el trabajo bien hecho y lo quiero para ya". No existe tiempo para la reflexión si tienes un jefe que prefiere un producto cualquiera a un texto bien elaborado.

Dos ejemplos de que otro periodismo es posible son el cámara Sergio Caro y el reportero David Beriain. Ambos se echaron la manta a la cabeza y se marcharon a Afganistán para retratar la vida allí. Meses después, tiempo, reflexión, errores, borradores y trabajo después, nos presentaron hace pocas fechas en Cuatro Afganistán:españoles en la ratonera (aplausos para la cadena de televisión de PRISA por comprar su trabajo). El reportaje es un ejemplo de puro periodismo, un ejercicio de ética profesional y personal. Lo recomiendo como terapia para aquellos enfermos que piensan que están en el ombligo del mundo.
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