miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Qué hacemos con la Justicia?

Decía ayer, y bien, Ignacio Escolar en su blog: “lo que de verdad importa en el caso Gürtel, lo más trascendente, es saber si podemos confiar en la Justicia y si aquí, en este país de la UE que quiere entrar en el G20, se cumple esa máxima fundamental en cualquier democracia: que la ley es igual para todos”.


Es cierto, los españoles nos jugamos el ser considerados verdaderos ciudadanos o simples marionetas en manos de unos cuantos jueces y políticos compinchados que se creen dueños del rancho por el que pasean. Convendría recordarles que el rancho se lo costeamos todos. Con la presunta – hay que ser precisos hasta que un juez diga lo contrario- financiación irregular en el seno del PP, con sus ramificaciones madrileña y valenciana, se constata lo que mucha gente cree: no todos los políticos son hombres de bien que sólo buscan el interés general, incluido el suyo, por supuesto.



No sé –ojalá lo supiera- si Francisco Camps conocía las tretas de sus subalternos Camps y Rambla, pero si el caso avanza, como parece que va a ser, el presidente de la Generalitat valenciana está `muerto´ políticamente. Y la bola de nieve que formará arrastrará a muchos con él. Quién sabe si también a Mariano Rajoy, tibio por naturaleza y abúlico intencionado en esta caso. Y en ese momento aparecerán de nuevo Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón para, si es preciso, darle el pequeño empujón hacia el vacío.


Pero lo más grave no es que parte de un partido político caiga, quizás sea hasta positivo para la democracia y para los que sí van por el camino de la legalidad, lo peor es que no es están fácil derribar un sistema judicial que hasta el momento pensábamos más o menos pulcro y ahora vemos que está más sucio de lo que parecía.

El `negro´ de Obama

El dicho afirma que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Se podría ampliar su extensión afirmando que detrás de cada gran discurso político hay un gran escritor. Al menos en el caso de Obama es así: Jon Favreau. Si quieren conocer algo más de este joven de tan solo 28 años lean la información de Francisco Peregil en El País, conocerán así cómo el nuevo presidente de los Estados Unidos llegó a arrebatarle el corazón -y el voto- a millones de norteamericanos en las últimas elecciones presidenciales.

Desde de la gloriosa frase pronunciada por JFK “no te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”, no se había visto ni escuchado ante un atril a un orador del calibre de Obama. Los políticos españoles deberían tomar nota en algo de la política estadounidense, así al menos dejaríamos atrás el tan manido "váyase, señor González".

martes, 29 de septiembre de 2009

Pseudoperiodismo y otras patochadas

Llevo un tiempo escuchando en el ambiente estudiantil la idea -vaga, por lo que parece- de que con ratón en mano y una conexión a internet se crea un buen producto periodístico. Los que así piensan son los correligionarios de la secta googleliana, aquella en la que se cree que en la red todo se encuentra sin tener que moverse de su cómodo asiento.

Pero prefiero pensar que existe otro periodismo pese a que la realidad mucha veces contradiga las ilusiones propias. Prefiero pensar que aún existen perros callejeros que recorren las aceras de cualquier ciudad o pueblo del mundo buscando historias para contarle a la gente.

Y es que hemos caído en la equivocación de la inmediatez. Detesto la frase que cada vez escucho más frecuentemente: "Quiero el trabajo bien hecho y lo quiero para ya". No existe tiempo para la reflexión si tienes un jefe que prefiere un producto cualquiera a un texto bien elaborado.















Dos ejemplos de que otro periodismo es posible son el cámara Sergio Caro y el reportero David Beriain. Ambos se echaron la manta a la cabeza y se marcharon a Afganistán para retratar la vida allí. Meses después, tiempo, reflexión, errores, borradores y trabajo después, nos presentaron hace pocas fechas en Cuatro Afganistán:españoles en la ratonera (aplausos para la cadena de televisión de PRISA por comprar su trabajo). El reportaje es un ejemplo de puro periodismo, un ejercicio de ética profesional y personal. Lo recomiendo como terapia para aquellos enfermos que piensan que están en el ombligo del mundo.